¿Porqué Abigaíl?
Página 1 de 1.
¿Porqué Abigaíl?
Bueno muchos se preguntan porque la rola habla de esa tal Abigaíl, bueno, como Poetics habla sobre temas bíblicos de forma poetica nos platica sobre Abigaíl, esposa de Nabal y luego tercera esposa de David.
He aquí la historia de Abigaíl en la Biblia Católica...
He aquí la historia de Abigaíl en la Biblia Católica...
- Spoiler:
- 1 Samuel, 25
1. Murió Samuel y todo Israel se reunió para llorarlo. Fue enterrado en su tierra de Ramá.
2. Luego bajó David al desierto de Maón. Allí había un hombre que tenía su hacienda en Carmelo. Era un hombre muy rico y poseía millares de ovejas y cabras.
3. Estaba allí esquilando su rebaño. Su nombre era Nabal y era de la familia de Caleb; su esposa se llamaba Abigaíl. Ella era una mujer bien ponderada y hermosa. En cambio, él era duro y malo.
4. David supo que Nabal estaba esquilando sus ovejas
5. y le envió a diez de sus muchachos, a los que dijo: «Suban a Carmelo y vayan a saludar a Nabal de parte mía.
6. Le dirán: Hermano, la paz sea contigo, con tu casa y todo lo que tienes.
7. He sabido que estás esquilando. Acuérdate que en todo el tiempo que tus pastores estuvieron con nosotros no les hemos perjudicado en nada. Más aún, no les ha desaparecido nada durante todo el tiempo que estuvieron en Carmelo.
8. Ellos mismos te lo dirán. Te ruego, pues, que en este día de fiesta, des buena acogida a mis muchachos. Dales, a ellos y a tu hijo David, lo que tengas a mano.»
9. Los muchachos de David llegaron donde Nabal, le repitieron estas palabras de David y se quedaron esperando.
10. Nabal les respondió: «¿Quién es David y quién es el hijo de Jesé? Cada día son más los esclavos que se escapan de la casa de sus amos.
11. ¿Voy a tomar acaso mi pan, mi vino y las reses que he sacrificado para los esquiladores y se las voy a dar a unos hombres que no sé de dónde son?»
12. Los servidores de David, dando media vuelta, regresaron por el mismo camino. Al llegar le repitieron a David lo que había dicho Nabal.
13. Entonces él dijo a sus hombres: «Pónganse su espada.» Todos se la pusieron, incluyendo a David. Le siguieron unos cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el equipaje.
14. Uno de los muchachos de Nabal contó a Abigaíl, su esposa, cómo David había enviado mensajeros para saludar a su patrón y cómo éste los había tratado con desprecio.
15. Y agregó: «Esos hombres fueron muy buenos con nosotros: nunca nos molestaron ni nada nos faltó de nuestros rebaños mientras estuvimos con ellos en el campo.
16. Antes bien, nos protegieron noche y día.
17. Ahora tú tienes que hacer algo porque nuestra suerte y la de nuestro patrón ya está echada, y él es tan malo que no se le puede hablar.»
18. Abigaíl tomó, rápidamente, doscientos panes, dos garrafas de vino, cinco corderos preparados, cinco cargas de trigo tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos secos. Cargó todo sobre burros
19. y dijo a sus muchachos: «Vayan delante de mí; yo iré más atrás.» De todo esto, nada dijo a su marido.
20. Montada en su burro, bajaba por un recoveco de cerro, al mismo tiempo que David y su gente venían hacia ella, así que se encontraron.
21. David había dicho: «Inútilmente he protegido todas las pertenencias de este hombre en el desierto para que nada le desapareciera. Ahora me paga mal por bien.
22. Que Dios me maldiga si mañana le queda con vida un solo varón.»
23. Cuando Abigaíl divisó a David, se bajó de su burro, se inclinó ante él y se postró en tierra.
24. Echándose a sus pies, le dijo: «¡Oh, señor mío! Yo soy la culpable, pero te ruego escuchar mis palabras.
25. No hagas caso de ese malvado de Nabal, porque su nombre lo dice todo: es un estúpido. Y yo no estaba cuando vinieron tus jóvenes.
26. Y ahora, por Yavé y por tu vida, es Yavé quien te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano. Que a tus enemigos y a los que te odian les pase como a Nabal.
27. Acepta este regalo que te traigo y dalo a los jóvenes que te siguen.
28. Perdona, por favor, la falta de tu sierva.Seguramente Yavé dará a tu familia una larga descendencia por cuanto tú, señor mío, peleas por Yavé; y no harás el mal en toda tu vida.
29. Si alguna vez se levanta un hombre para perseguirte y atentar contra tu vida, tu alma será guardada en el saco de la vida, al lado de Yavé Dios, mientras que el alma de tus enemigos será echada en el cuero de la honda.
30. Cuando Yavé haya cumplido sus promesas y te haya establecido como jefe de Israel,
31. tú, señor, no tendrás este pesar y remordimiento en el corazón de haber derramado sangre inocente y haberte vengado por tu propia mano. Entonces Yavé te bendecirá y tú también te acordarás de mí, tu sierva.»
32. David dijo a Abigaíl: «Bendito sea Yavé que te ha enviado hoy a mi encuentro.
33. Bendita sea tu sabiduría, y bendita seas tú misma, que me has impedido derramar sangre y vengarme por mi mano.
34. Pero, sobre todo, gracias a Dios, que me ha impedido hacerte mal. Pues si tú no te hubieras apresurado en venir a mi encuentro, juro que a Nabal no le habría quedado al amanecer ni un solo varón.»
35. Entonces David recibió todo lo que ella le había traído y le dijo: «Vete en paz a tu casa.»
36. Cuando Abigaíl volvió a la casa de Nabal, éste estaba celebrando un gran banquete. Se encontraba alegre y completamente ebrio. Nada le dijo sino hasta el amanecer.
37. Por la mañana, una vez que se le hubo pasado la borrachera, le contó su esposa todo lo sucedido. Le vino un ataque al corazón y quedó paralizado.
38. Diez días después, Yavé hizo que muriera.
39. Al saber David que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea Yavé, que me ha hecho justicia por la injuria que yo recibí de Nabal! Me ha impedido hacer el mal y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza.»David envió mensajeros para proponer matrimonio a Abigaíl.
40. Llegaron éstos a Carmelo, a casa de ella, y le dijeron: «David nos envía para proponerte que seas su esposa.»
41. Ella postrándose en tierra dijo: «No soy más que una esclava para lavar los pies de los que sirven a mi señor David.»
42. Se levantó rápidamente, montó en su burro y, acompañada por cinco de sus sirvientas, partió con los enviados de David y fue su esposa.
43. David había tomado también por mujer a Ajinoam de Jezrael, y ambas fueron sus esposas.
44. En cuanto a su otra esposa, Micol, hija de Saúl, había sido dada a Paltí, hijo de Lais, del pueblo de Galim.
1 Samuel, 27
1. David se dijo a sí mismo: «Uno de estos días voy a caer en manos de Saúl. Lo mejor es que me refugie en tierra de los filisteos, para que Saúl deje de buscarme por todo el país de Israel. Así no podrá agarrarme. Huiré entonces de sus dominios.»
2. David partió con doscientos hombres que tenía donde Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat.
3. Y permanecieron con Aquís, él y sus hombres, cada cual con su familia; David con sus dos esposas, Ajinoam de Jezrael, y Abigail, esposa de Nabal de Carmelo.
4. Se dio aviso a Saúl que David había huido a Gat, y dejó de buscarlo.
5. David dijo a Aquís: «Si es que cuento con tu amistad, dame, por favor, un lugar en una de las ciudades del territorio para residir en ella. ¿Por qué ha de residir tu siervo a tu lado, en la ciudad real?»
6. Aquel mismo día, Aquís le dio Siquelag; por esto la ciudad de Siquelag pertenece hasta el día de hoy a los reyes de Judá.
7. David vivió en territorio de los filisteos un año y cuatro meses.
8. Subía David con su gente a hacer correrías contra los guesuritas,los guergueseos y los amalecitas, porque antiguamente éstos eran los habitantes de la región desde Telam, yendo hacia Sur y hacia Egipto.
9. Devastaba la comarca y no dejaba con vida hombre ni mujer; se apoderaba de las ovejas, bueyes, burros, camellos y vestidos, y volvía donde Aquís.
10. Aquís preguntaba: «¿A quiénes han atacado esta vez?» David respondía: «Al sur de Judá, o el territorio de Jerajmeel, o de los quenitas.»
11. David no dejaba hombre ni mujer c vida, para no tener que llevarlos a Gat, pues decía: «No sea que hablen contra nosotros y nos denuncien a los filisteos.» De esta forma se comportó David todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
12. Aquís confiaba en David y se dijo: «Seguramente se ha hecho odioso a los israelitas y será mi servidor para siempre.»
1 Samuel, 30
1. Cuando, al tercer día, David y sus hombres llegaron a Siquelag, los amalecitas habían pasado por allí recorriendo el país de Negueb. Habían entrado en Siquelag y la habían incendiado,
2. llevándose las mujeres y toda la población. No habían matado a nadie, sino que los habían llevado cautivos.
3. Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, vieron que había sido incendiada y que habían desaparecido sus mujeres y sus hijos.
4. Entonces se pusieron a llorar a gritos hasta quedar rendidos.
5. También habían sido llevadas cautivas las dos esposas de David, Ajinoam y Abigaíl.
6. David estaba en grandes apuros, pues su gente estaba muy amargada, cada uno por sus hijos e hijas, y hablaba de apedrearlo. Pero David se reanimó con Yavé, su Dios.
7. Dijo al sacerdote Abiatar (hijo de Ajimelec): «Trae, por favor, el efod.» Este se lo trajo,
8. y David consultó a Yavé, diciendo: «¿Perseguiré a esa banda? ¿La alcanzaré?» Yavé respondió: «Persíguela, porque de hecho la alcanzarás y librarás a los cautivos.»
9. David partió con sus seiscientos hombres, y llegó al torrente Besor. Allí se quedaron doscientos que estaban muy cansados para cruzar el torrente.
10. Siguió adelante con el resto.
11. En el camino encontraron a un egipcio agotado y sediento; le dieron un pedazo de pan y un poco de agua,
12. y, además, un pastel de higos y dos racimos de uvas pasas. Cuando hubo comido, le volvió el ánimo, ya que no había comido ni bebido en tres días.
13. Después, una vez restablecido, David lo interrogó: «¿A quién perteneces y de dónde eres?» Respondió: «Soy un muchacho egipcio, esclavo de un amalecita. Mi señor me abandonó hace tres días porque enfermé.
14. Habíamos recorrido el Negueb de los quereteos, el de Judá y el de Caleb; también hemos quemado Siquelag.»
15. David le preguntó: «¿Quieres llevarnos a donde está esa banda?» Respondió: «Si juras por Dios que no me matarás ni entregarás a mi amo, te guiaré.»
16. El los guió. Los encontraron dispersos por el campo, comiendo, bebiendo y celebrando una fiesta, porque era muy grande el botín que habían obtenido en tierra de los filisteos y en tierra de Judá.
17. David los atacó desde la mañana hasta la noche. No escapó ninguno, salvo cuatrocientos jóvenes que huyeron en sus camellos.
18. Recuperaron todo lo que se habían llevado los amalecitas,
19. sin que nada les faltara, desde las cosas sin valor, hasta sus hijos e hijas. David liberó también a sus dos esposas.
20. Su gente reunió todo el ganado, y lo pusieron delante de David, diciendo: «Este es el botín de David.»
21. Cuando David llegó a donde había dejado a los doscientos hombres, éstos salieron a su encuentro. David se acercó y los saludó preguntándoles si todo estaba bien.
22. Entre los hombres que acompañaban a David, había gente mala y perversa que se puso a decir: «Ya que éstos no vinieron con nosotros, no les corresponde nada del botín. Que tomen su esposa y sus hijos y se vayan.»
23. David les dijo: «No se porten así, después de lo que Yavé nos ha concedido. Nos ha protegido y ha puesto en nuestras manos esa banda que nos había saqueado.
24. Nadie puede darles la razón a ustedes, en este caso. En la repartición tendrán igual parte los que combaten y los que cuidan el equipaje. Compartirán juntos.»
25. Y desde aquel día, esto se convirtió en ley y es una norma para Israel hasta el día de hoy.
26. Llegó David a Siquelag y envió parte del botín a los jefes locales de Judá, parientes suyos, diciendo: «Reciban este presente de lo que hemos tomado de los enemigos de Yavé.»
27. Y envió también presentes a los que vivían en Betul, en Ramá del Negueb, en Yatir,
28. en Aroer, en Sifmot, en Estemoa,
29. en Carmelo, a los de las ciudades de Jerajmeel, de los quenitas,
30. a los de Jormá, Bor-Asan, Eter,
31. Hebrón y finalmente a todos los lugares donde habían vivido David y sus hombres.
Última edición por Fercho Rockdríguez el Vie Ago 28, 2009 10:03 pm, editado 1 vez
Re: ¿Porqué Abigaíl?
Continuación...
- Spoiler:
- 2 Samuel, 2
1. Después de esto, David consultó a Yavé: «¿Debo subir a una de las ciudades de Judá?» La respuesta fue: «Sube.» David preguntó: «¿A cuál subiré?» La respuesta fue: «A Hebrón.»
2. David, pues, subió allí con sus dos esposas, Ajinoam, de Jezrael, y Abigaíl, la mujer de Nabal, de Carmelo.
3. Hizo subir también a los que estaban con él, cada uno con su familia, y se establecieron en los pueblos de Hebrón.
4. Vinieron los hombres de Judá y allí ungieron a David como rey de la gente de Judá.Comunicaron a David que los hombres de la ciudad de Jabés, del país de Galaad, habían sepultado a Saúl.
5. Entonces David les envió mensajeros para decirles: «Que Yavé los bendiga por haber hecho esta misericordia con Saúl, nuestro señor, dándole sepultura.
6. Que Yavé se muestre misericordioso con ustedes y los premie. Yo también los recompensaré por la buena acción que han hecho.
7. Y ahora, sigan valientes y animosos. Aunque Saúl ha muerto, sepan ustedes que los hombres de Judá me han ungido como su rey.»
8. Abner, hijo de Ner -jefe del ejército de Saúl-, tomó a Isbaal, hijo de Saúl, y le hizo pasar a Majanayim.
9. Lo proclamó rey sobre Galaad, la gente de Aser, de Jezrael, de Efraím y Benjamín, es decir, todo Israel.
10. Isbaal, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando fue proclamado rey y reinó dos años. A David le seguía solamente la tribu de Judá.
11. David estuvo siete años y seis meses en Hebrón, como rey de la gente de Judá.
12. Abner, hijo de Ner, y los oficiales de Isbaal, salieron de Majanayim hacia Gabaón para pelear.
13. También salieron Joab, hijo de Sarvia, y los oficiales de David, concentrándose cerca del estanque de Gabaón; unos se detuvieron a un lado del estanque y los otros al lado opuesto.
14. Abner dijo a Joab: «Que salgan unos cuantos jóvenes y luchen delante de nosotros.» Joab respondió: «Que salgan.»
15. Salieron, avanzando en igual número, doce jóvenes de Benjamín por Isbaal, hijo de Saúl, y doce de los servidores de David.
16. Cada uno tomó a su enemigo por la cabeza y le clavó la espada en el costado; así murieron todos a la vez. Por eso se llamó a aquel lugar «Campo de los Costados», y está cerca de Gabaón.
17. Aquel día hubo una batalla muy dura, donde Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los partidarios de David.
18. Se encontraban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisaí y Asael. Asael corría tan ligero como una gacela salvaje.
19. Se puso a perseguir a Abner sin desviarse a ningún lado.
20. Abner se volvió y le preguntó: «¿Eres tú Asael?» Respondió: «Yo soy».
21. Y entonces Abner le dijo: «Apártate a la derecha o a la izquierda, toma a uno de los jóvenes y apodérate de sus despojos.»
22. Pero Asael no quiso apartarse. Abner repitió a Asael: «Apártate de mí para que no te mate. Pues, ¿cómo podría después reconciliarme con tu hermano Joab?»
23. Pero Asael no quiso apartarse, y Abner le atravesó el vientre con la lanza, que salió por la espalda. Allí mismo cayó y murió. Todos los que pasaban se detenían en el lugar donde Asael había caído muerto.
24. Joab y Abisaí continuaron la persecución de Abner; al atardecer, llegaron a Ammá, que está al oriente de Guiaj, sobre el camino del desierto de Gabaón.
25. Los hijos de Benjamín, formando un apretado grupo, hicieron filas detrás de Abner y se parapetaron en lo alto de la colina de Ammá.
26. Abner llamó a Joab y le dijo: «¿Hasta cuándo va a seguir matando la espada? ¿No sabes que esto terminará en una desgracia? ¿Qué esperas para decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?»
27. Joab respondió: «Vive Yavé, que si no hubieras hablado, mi gente no habría dejado hasta mañana de perseguir cada uno a su hermano.»
28. Joab hizo sonar la trompeta. Todo el pueblo se detuvo y dejó de perseguir a Israel; así acabó el combate.
29. Abner y sus hombres marcharon toda la noche por la Arabá, pasaron el Jordán y después de atravesar el Bitrón llegaron a Majanayim.
30. Joab volvió de la persecución de Abner y reunió a toda su tropa. De entre los servidores de David, además de Asael faltaban diecinueve hombres.
31. Los servidores de David, por su parte, habían dado muerte a trescientos sesenta hombres de la tribu de Benjamín y de los de Abner.
32. Llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, en Belén. Luego Joab y sus hombres caminaron toda la noche y al amanecer llegaron a Hebrón.
2 Samuel, 3
1. Fue larga la guerra entre la gente de Saúl y la de David; pero mientras David se iba fortaleciendo, la familia de Saúl se debilitaba.
2. David tuvo varios hijos en Hebrón. Su hijo mayor fue Amnón, nacido de Ajinoam de Jezrael;
3. el segundo, Kilab, de Abigaíl, esposa de Nabal de Carmelo; el tercero, Absalón, hijo de Maacá, hija de Talmas, rey de Guesur;
4. el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital;
5. el sexto, Jitream, hijo de Eglá, esposa de David. Todos estos nacieron en Hebrón.
6. Durante la guerra entre la gente de Saúl y la gente de David, Abner llegó a ser el hombre fuerte de los de Saúl.
7. Saúl había tenido una concubina llamada Risfá, hija de Avyá, y Abner la tomó para sí. Isbaal entonces dijo a Abner: «¿Por qué te has acostado con la concubina de mi padre?»
8. Abner se enojó mucho por estas palabras y respondió: «¿Soy yo un perro? Yo me he portado muy bien con la familia de Saúl, tu padre, con sus hermanos y amigos, y no te he entregado en manos de David. Y ahora, ¿me reprochas por una mujer?
9. Que Dios me castigue cada vez peor si no ayudo, desde ahora, a David para que se cumpla lo que Yavé ha dicho,
10. que quitaría la realeza a la familia de Saúl y que daría a David el reinado sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Bersebá.»
11. Isbaal no se atrevió a responderle porque lo temía.
12. Abner envió mensajeros a David para decirle: «Haz alianza conmigo y yo te apoyaré para que todo Israel te reconozca.»
13. David respondió: «De acuerdo, pactaremos, pero con una condición: No te aceptaré en mi presencia si no me traes, cuando vengas, a Micol, la hija de Saúl, que me costó cien prepucios de filisteos.»
14. Luego David mandó a decir a Isbaal, hijo de Saúl: «Devuélveme a mi esposa Micol, que adquirí por la muerte de cien filisteos.»
15. Entonces Isbaal mandó quitársela a su marido, Paltiel, hijo de Lais.
16. Su marido partió con ella y la siguió llorando hasta Bajurim. Ahí Abner le ordenó: «Vete, vuelve». Y él se fue.
17. Abner se entrevistó con los ancianos de Israel y les dijo: «Hace tiempo que desean tener a David por rey.
18. Ahora pueden hacerlo rey, ya que Yavé ha dicho a David: «Por medio de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de los filisteos y de todos sus enemigos.»
19. También habló Abner a los de la tribu de Benjamín; después fue a Hebrón a comunicar a David todo lo que habían aprobado Israel y la tribu de Benjamín.
20. Abner, acompañado de veinte de sus hombres, fue a visitar a David en Hebrón. David les ofreció un banquete.
21. Luego Abner dijo a David: «Ahora quiero irme, pues voy a poner a todo Israel de tu parte, oh señor, mi rey. Ellos harán una alianza contigo y tú reinarás según lo deseas.» David despidió a Abner, que se fue en paz.
22. Poco después, hombres de la guardia de David regresaban con Joab de una correría, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba, pues David lo había despedido amistosamente.
23. Cuando llegaron Joab y sus hombres, le dijeron a Joab que Abner había visitado al rey y que éste, después de recibirlo, lo había dejado ir en paz.
24. Joab, entonces, se presentó al rey y le dijo: «¿Qué hiciste? Abner vino, lo recibiste y lo dejas volver en paz.
25. ¿Acaso no lo conoces? Seguro que vino a engañarte, a conocer tus planes y saber todo lo que haces.»
26. Inmediatamente salió Joab y envió mensajeros tras Abner, y sin que lo supiera David, lo hizo regresar del Pozo de Sirá.
27. Abner, entonces, volvió a Hebrón. A la entrada de la ciudad, Joab lo llevó aparte, como para hablarle confidencialmente, y allí lo hirió mortalmente en el estómago, para vengar así la muerte de su hermano Asael.
28. Cuando David lo supo, exclamó: «Yavé sabe que yo y los míos somos inocentes:
29. Que el castigo por la muerte de Abner caiga sobre Joab y su descendencia. Que nunca falte entre ellos quien sufra de hemorragia o de lepra, o que se apoye en un bastón, o alguien que caiga bajo la espada o no tenga qué comer.»
30. Así, Joab y su hermano Abisaí dieron muerte a Abner porque éste había muerto a su hermano Asael, en el combate de Gabaón.
31. David dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «Rasguen sus vestidos, vístanse con sacos y lloren por Abner.» David mismo seguía detrás del cadáver,
32. cuando enterraron a Abner en Hebrón. El rey sollozaba junto al sepulcro y todo el pueblo lloraba con él.
33. Entonces David entonó este canto fúnebre por Abner:«¿Por qué, Abner, tuviste que morir tan tontamente?
34. No tenías tus manos atadas ni estaban tus pies encadenados; has caído víctima de criminales.»
35. Y todo el pueblo comenzó otra vez a llorar por Abner. Más tarde, todo el mundo rogaba a David que comiera algo mientras era de día, pero David dijo: «Que Dios me maldiga si, antes de ponerse el sol, pruebo pan o cualquier cosa.»
36. A nadie de los presentes le disgustó esto; muy por el contrario, pues encontraban bien todo lo que el rey hacía.
37. Aquel día se convenció todo el pueblo y todo Israel que el rey no había participado en la muerte de Abner.
38. El rey dijo a sus servidores: «¿No se dan cuenta de que hoy ha muerto en Israel un jefe, un gran hombre?
39. Yo, a pesar de que he sido ungido rey, no tengo bastante poder todavía; estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. Que Yavé pague al que hizo el mal, según su malicia.»
2 Samuel, 17
1. Ajitofel dijo a Absalón: «Déjame elegir doce mil hombres para ir en persecución de David esta misma noche.
2. Me dejaré caer cuando esté cansado y sin fuerzas; lo tomaré por sorpresa y toda la gente que está con él huirá. Así mataré al rey solo
3. y te traeré de vuelta a todo el pueblo, como viene la novia a su esposo. Pues lo que tú quieres es la vida de uno solo; en cambio, al pueblo no le pasará nada.»
4. La idea agradó a Absalón y a todos los dirigentes de Israel.
5. Sin embargo, Absalón dijo: «Llamen también a Jusay, el arquita, para saber lo que piensa.»
6. Cuando éste llegó, Absalón le preguntó: «¿Qué te parece lo que nos ha propuesto Ajitofel? ¿Lo crees conveniente?»
7. Jusay contestó: «Por esta vez, al menos, no es bueno el consejo de Ajitofel.
8. Pues tú sabes que tu padre y sus hombres son gente decidida y están envalentonados como si a una osa en el campo le quitaran su cría. Tu padre sabe mucho de guerra y no se queda a descansar de noche con sus tropas.
9. Seguro que ahora está escondido en alguna caverna u otro lugar. Si al principio caen algunos de los nuestros, se dirá que han sido derrotadas las tropas de Absalón.
10. Y sucederá que hasta los más valientes, cuyo coraje es semejante al de un león, se desanimarán porque todo Israel sabe que tu padre y los que están con él son valientes.
11. Por eso más bien te aconsejo que mandes reunir a todo Israel, desde Dan hasta Bersebá, y que tú mismo marches al frente de ese ejército tan numeroso como las arenas del mar.
12. Atacaremos a David dondequiera que se encuentre; caeremos sobre él como el rocío sobre la tierra, y no dejaremos con vida ni a él, ni a ninguno de los hombres que lo acompañan.
13. Si se retira a una ciudad, todo Israel juntará cordeles para echar esa ciudad a una quebrada, hasta barrerla de la superficie.»
14. Absalón y todos los israelitas dijeron: «El consejo de Jusay, el arquita, es mejor que el de Ajitofel.» Es que Yavé había decidido que no se tomara en cuenta el hábil plan de Ajitofel para que le fuera mal a Absalón.
15. Después Jusay dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: «Esto ha aconsejado Ajitofel a Absalón y a los dirigentes de Israel, y esto he aconsejado yo.
16. Ahora comuníquenle a David que no pase la noche en los pasos del desierto, sino más allá, pues el rey y su ejército corren el riesgo de ser exterminados.»
17. Jonatán y Ajimás estaban junto a la fuente de Roguel. Una sirvienta fue a avisarles para que ellos fueran a comunicarlo al rey, pues no podían dejarse ver entrando en la ciudad.
18. Pero los vio un joven, que fue con el cuento a Absalón. Los dos, sin embargo, caminando muy rápido, alcanzaron a llegar a casa de un hombre de Bajurim que tenía un pozo en el patio, y allí se metieron.
19. La mujer tomó una manta, tapó con ella el pozo y esparció encima grano partido para que no se notara.
20. Los servidores de Absalón entraron en la casa de la mujer y preguntaron: «¿Dónde están Ajimás y Jonatán?» Ella respondió: «Ya han pasado el estanque.» Se pusieron a buscarlos, pero como no los encontraron, se volvieron a Jerusalén.
21. Una vez que se marcharon los servidores de Absalón, los otros salieron del pozo y fueron a informar al rey David: «Levántate y pasa rápidamente el Jordán, porque éste es el consejo que ha dado Ajitofel contra ustedes.»
22. David y todo el ejército que lo acompañaba se pusieron en camino y pasaron el Jordán, de modo que al amanecer todos lo habían pasado.
23. Cuando vio Ajitofel que no habían seguido su consejo, ensilló a su burro y partió a su ciudad. Una vez en su casa, puso todo en regla y luego se ahorcó. Su cadáver fue sepultado junto a su padre.
24. David había llegado a Majanaím cuando Absalón atravesaba el Jordán con todos los israelitas.
25. Absalón había puesto a la cabeza del ejército a Amasá, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Jitrá, ismaelita, que se había unido con Abigaíl, hija de Jesé, hermana de Sarvia, madre de Joab.
26. Absalón y los hombres de Israel pasaron al país de Galaad e instalaron allí su campamento.
27. En cuanto llegó David a Majanaím, Sobí, del pueblo de Rabbat-Amón, junto con Maquir, del pueblo de Lodebar y Barzilay, el galaadita de Roguelim,
28. trajeron colchones, mantas y vasijas, así como trigo, cebada, harina, granos tostados, habas, lentejas,
29. miel, mantequilla y queso de oveja y de vaca, para que David y su gente pudieran alimentarse, pues pensaban: «Todos han sufrido hambre, sed y cansancio en el desierto.»
Re: ¿Porqué Abigaíl?
continuación...
- Spoiler:
- Crónicas
1 Crónicas, 2
1. Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví y Judá, Isacar y Zabulón,
2. Dan, José y Benjamín, Neftalí, Gad y Aser.
3. Hijos de Judá: Er, Onán y Selá; los tres le nacieron de la hija de Suá, la cananea. Er, primogénito de Judá, era malo a los ojos de Yavé, que le quitó la vida.
4. Tamar, nuera de Judá, le dio a luz a Fares y Zéraj. Todos los hijos de Judá fueron cinco.
5. Hijos de Fares: Hesrón y Jamul.
6. Hijos de Zéraj: Zimrí, Hetán, Hemán, Calcol y Darda, en total cinco.
7. Hijos de Carmi: Acar, que perturbó a Israel por haber violado el anatema.
8. Hijos de Etam: Azarías.
9. Hesrón fue padre de Jerajmeel, Ram y Kelubay.
10. Ram fue padre de Aminadab y éste de Najasón, príncipe de los hijos de Judá.
11. Najasón fue padre de Salmá, éste de Booz,
12. éste de Obed y éste de Jesé.
13. Jesé tuvo siete hijos, el primogénito Eliab, y después Abinadab, Sama,
14. Netanel, Raday,
15. Osem y David.
16. Sus hermanas fueron Sarvia y Abigaíl. Hijos de Sarvia: Abisay, Joab y Asael, tres.
17. Abigaíl dio a luz a Amasá, cuyo padre fue Jeter el ismaelita.
18. Caleb, hijo de Hesrón, engendró a Azubá, Isá y Jeriot. Estos son sus hijos: Jéser, Sobab y Ardón.
19. Murió Azubá y Caleb tomó por mujer a Efratá, de la que tuvo a Jur.
20. Jur engendró a Uri, y Uri engendró a Besaleel.
21. Después se unió Hesrón a la hija de Maquir, padre de Galaad. Tenía él sesenta años cuando la tomó por mujer y le dio a luz a Segub.
22. Segub engendró a Jaír, que poseyó veintitrés ciudades en el país de Galaad.
23. Pero los guesuritas y los arameos se apoderaron de las aldeas de Jaír, con Quenat y sus campamentos: sesenta ciudades. Todos éstos son los hijos de Maquir, padre de Galaad.
24. Después de morir Hesrón, Caleb se unió a Efratá, mujer de su padre Hesrón, la cual le dio a luz a Asjur padre de Tecoa.
25. Los hijos de Jerajmeel, primogénito de Hesrón, fueron: Ram, el primogénito, Buná, Orén, Osem y Ajías.
26. Jerajmeel tuvo otra mujer cuyo nombre era Atará, que fue madre de Onam.
27. Los hijos de Ram, primogénito de Jerajmeel, fueron: Maás, Yamín y Equer.
28. Y los hijos de Onam fueron Samay y Yadá. Los hijos de Samay, Nadab y Abisur.
29. La mujer de Abisur se llamaba Abigaíl, que dio a luz a Ajbán y Molid.
30. Los hijos de Nadab fueron Séled y Apaim; Séled murió sin hijos.
31. Hijo de Apaim fue Jisí; hijo de Jisí, Sesán; hijo de Sesán, Ajlay.
32. Hijos de Yadá, hermano de Samay, fueron Jéter y Jonatán; Jéter murió sin hijos.
33. Hijos de Jonatán: Pélet y Zazá. Estos fueron los descendientes de Jerajmeel.
34. Sesán no tuvo hijos, sino hijas; tenía Sesán un siervo egipcio que se llamaba Yarjá.
35. Y dio Sesán una hija suya a su siervo Yarjá por esposa, la cual le engendró a Atay.
36. Atay engendró a Natán, Natán engendró a Zabad,
37. Zabad engendró a Efal, Efal engendró a Obed,
38. Obed engendró a Jehú, Jehú engendró a Azarías,
39. Azarías engendró a Jeles, Jeles engendró a Elasá,
40. Elasá engendró a Sismay, Sismay engendró a Sal-lum,
41. Sal-lum engendró a Jecamías, Jecamías engendró a Elisama.
42. Hijos de Caleb, hermano de Jerajmeel: Mesá, su primogénito, que fue padre de Zif; tuvo por hijo a Maresá, padre de Hebrón.
43. Hijos de Hebrón: Coré, Tapnaf, Requem y Sema.
44. Sema engendró a Rajam, padre de Yorqueam, Requem engendró a Samay.
45. Hijo de Samay fue Maón y Maón fue padre de Bet-Sur.
46. Efá, concubina de Caleb, dio a luz a Jarán, Mosá y Gazes; Jarán engendró a Gazes.
47. Hijos de Yadav: Reguem, Jotam, Guesán, Pelet, Efá y Saaf.
48. Maacá, concubina de Caleb, dio a luz a Séber y Tirjama.
49. Engendró también a Saaf, padre de Madmaná, y a Sevá, padre de Majbená y padre de Guibeá. Hija de Caleb fue Axá.
50. Estos fueron los hijos de Caleb. Hijos de Jur, primogénito de Efratá: Sobal, padre de Cariatiarim;
51. Salmá, padre de Belén; Járef, padre de Bet-Gader.
52. Sobal, padre de Cariatiarim, tuvo por hijos a Haroé, es decir, la mitad de los manajistas
53. y las familias de Cariatiarim; los jitríes, los putíes, los sumatíes y los misraíes. De ellos salieron los soratíes y los de Estol.
54. Hijos de Salmá: Belén y los netofatíes, Atrot-Ben-Joab, la otra mitad de los manajitas, los soríes y
55. las familias de los sofríes que habitaban en Jabés, los tiratíes, los simatíes, los sucatíes. Estos son quenitas descendientes de Jamat, padre de la familia de Recab.
2 Crónicas, 11
1. Cuando Roboam volvió a Jerusalén reunió a toda la tribu de Judá y la de Benjamín, ciento ochenta mil combatientes escogidos, para pelear contra Israel, para que reconocieran la autoridad de Roboam y se sumaran a su reino.
2. Pero la palabra de Yavé fue dirigida a Semaías, hombre de Dios. Le decía:
3. «Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas de Judá y Benjamín, y diles de parte mía:
4. No suban a combatir con sus hermanos; que cada uno se vuelva a su casa porque estos acontecimientos vienen de mí.» Ellos escucharon la palabra de Yavé y abandonaron sus propósitos de marchar contra Jeroboam.
5. Roboam volvió a Jerusalén y edificó ciudades fortificadas en Judá.
6. Fortificó Belén, Etam, Tecoa,
7. Betsur, Socó, Adulam,
8. Gat, Meresa, Ziv,
9. Adoraim, Laquis, Azeca,
10. Sora, Ayalón y Hebrón, las cuales están ubicadas en Judá y Benjamín.
11. Construyó las murallas de estas ciudades y puso en ellas comandantes con provisiones de víveres, de aceite y vino.
12. En todas estas ciudades había escudos y lanzas, y las hizo sumamente fuertes. Judá y Benjamín reconocían su autoridad.
13. Los sacerdotes y levitas de todo el territorio de Israel se pasaron a Roboam y llegaron a él de todas partes;
14. los levitas abandonaron sus campos y sus posesiones y se fueron a Judá y a Jerusalén, pues Jeroboam y sus hijos les habían quitado sus privilegios de sacerdotes de Yavé.
15. Jeroboam instituyó sus propios sacerdotes para sus santuarios altos, para el culto de los machos cabríos y de los becerros que había hecho.
16. Tras ellos vinieron a Jerusalén, para ofrecer sacrificios a Yavé, el Dios desus padres, aquellos de entre todas las tribus de Israel que buscaban sinceramente a Yavé, el Dios de Israel;
17. y con su llegada se fortaleció el reino de Judá y el poder de Roboam, hijo de Salomón, por tres años. Pues siguieron el camino de David y de Salomón durante tres años.
18. Roboam tomó por esposa a Majalat, hija de Jerimot, hijo de David, y de Abigaíl, hija de Eliab, hijo de Jesé.
19. Esta le dio hijos: Jeús, Samarías y Zaham.
20. Después de ésta tomó a Maacá, hija de Absalón, la cual le dio a Abías, Attay, Ziza y Selonit.
21. Roboam amó a Maacá, hija de Absalón, más qua todas sus mujeres y concubinas, pues tuvo dieciocho mujeres y sesenta concubinas; y fue padre de veintiocho hijos y sesenta hijas.
22. Roboam puso a Abías, hijo de Maacá, como cabeza y jefe de sus hermanos, porque quería hacerlo rey.
23. Repartió hábilmente a todos sus hijos por toda la tierra de Judá y de Benjamín, en todas las ciudades fortificadas, dándoles todo lo necesario y procurando que se casaran.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|